sábado, 12 de septiembre de 2020

El Despertar


Hace justo un año comencé a rescatar todos mis poemas; empezando por los primeros que realicé en el año 1999 y publiqué un total de 20 poemas seleccionados. Esta vez no he rescatado viejos poemas, si no que he “rescatado una época” más antigua todavía y que para ese entonces no tenía la clara visión poética del 1999. Lo que he hecho en este caso es inundarme en ese tiempo “1997” (Durante agosto del 2020) escribí todos los recuerdos mes por mes, día por día en orden cronológico del 1997 entero  y escribir luego los poemas inspirado en todo lo ocurrido en esa época, ya que merecían tener sus versos. Es un período por la cual digo que ha sido la que jamás olvidaré y es por tanto que es fascinante evocar y trazar esas escrituras bajo el recuerdo de ese tiempo cuando todo empezó.

Un recuento de ese período:

Enero – Abril:

Empecé la universidad tardíamente en enero de 1997. Una nueva rutina se habría creado entre trabajo y la universidad, disfrutando las noches cuando caminaba rumbo a mi casa por la Autopista Duarte. Para ese entonces los días libres montaba bicicleta libremente y auto descubriendo el mundo, pues recientemente había cumplido 19 años. Por primera vez incursiono en la fotografía.

Mayo:

El mes del despertar. Una noche al cambiar la ruta de mi casa, descubrí un nuevo grupo de amigos que cambió totalmente la rutina que había creado. Me enamoré por primera vez de la chica que alteró todo mi ambiente de ese momento. Viví en ese mes el éxtasis de la juventud como nunca lo había vivido y pocas veces lo volví a sentir.  Cada noche el retorno de la universidad a la casa era una aventura con mis nuevos amigos detrás de una camioneta, sintiendo el viento de la noche en nuestros cabellos  y las luces iluminar los rostros. También entender que el amor no podía suceder en ese momento dolía bastante al no tener la madurez necesaria para aceptarlo y tiempos de temblores de tierra.

Junio – Septiembre:

Época más tranquila luego del pico de aventuras y tiempos de buscar expandir la mente, entendiendo la vida.

Mi bicicleta - Autoretrato (Verano 1997)

23 años después escribo estos poemas inspirados en un tiempo donde abrí el corazón sin entender nada.  Merecía tener sus escritos, pero como decía Spinetta: “No queda más que viento”
  

POEMAS:


Reloj

Lluvia de arena sobre el tiempo
ahogando brevedades
renace la esperanza
de poder seguir.

Brilla el sol en el ocaso
nubes de olores
rosas y aromas del momento
destapan mi añoranza.

Se que un día acabará.

*

Fragmentos distraídos

Una vuelta atrás me diste la señal
perdido estaba, fragmentado en pedazos.

Otros pensares de la antigüedad
adolescencia calcárea, tiempos felices.

No lo percibí
ahora comprendo
ya tarde.

*

Perfume

Llegó la noche vestida de calma
brillarán las estrellas sobre nosotros.

El viento del norte bañará los valles
las aromas irán serpenteando fronteras.

Llegarán a ella
con olor al despertar.

* 

Descubrimiento

El brillo de tus ojos, de tu padre, de tu madre
iluminaban en la noche
el terreno
el gran juego.

Accidente al llegar al palco
una voz amiga oí y te vi.

Palpitabas como el alba matutina
que me invoca.

Enloquecí inmediatamente.

Y como la suerte fue echada
me fui contigo en el cometa
a los principios de mi tiempo.

*

El juego

Aparecieron ellos
momento no planeado
nuevos amigos, entro otros viejos.

Los veía jugar.

El irnos era mi espera
para sentirla a mi lado.

*

Cada noche

El Dulce Beso que soñaba cada noche
inundaba mi boca en el mar de los deseos.

Me alimentaba del aliento con cada amanecer
cada dolor existencial , Cada gota de sed
pensando el momento.

Choque de pieles, carne viva.

Mar salivar detonado tormentas de espasmos
mordiendo realidades.

*

La Nave.

Blanca camioneta
volando sobre las luces del pueblo
nos lleva al retoño de su ser.

Su amada.

La dulce y tierna chica que inspira su vuelo.

*

Al sentir de la brisa.

La fiesta improvisada se creó
al saltar de la nave.

Imitábamos el vuelo de las aves
al sentir de la brisa
la calle, las luces, pasarla bien.

Nada esperábamos.

*

Guía de las nubes.

El chico soñador admiré
tenaz y preciso.

El piloto de los tiempos
nuestro guía de las nubes.

Logró su objetivo
alcanzando sus sueños.

Besar su sonrisa.

*

El temblor.

La dulce alegría de mi amiga
se interrumpe al llorar entendidos
corriendo a la carroza del olvido.

La acompaño, nos fuimos.

Trepidaciones sonoras
al temblar Las Carreras.

Su llanto distante se repite conmigo
al temblar de sus manos.

La acompaño, la protejo.

*

Impensable

Fui a tu mundo
poca luz te iluminaba.

No esperaba tal oscuridad aquella noche
tinta negra esculpiendo hechos.

Cobardía infantil
entender pensarte.

No lo logré.

Retorné bajo las sombras del destino
perdí eternamente.

*

Tiempo de blancos papeles.

En el patio del olvido oigo los monjes
armonía, perfección, sublime momento.

Te pienso.

Hoy te veo inmaculada, sorprendida, cálida
amor y pasión en tu mirar.

No te tengo. 

* 
  
Metafísica.

Dos nubes forman rostros
uno frente al otro.

Bailan lentamente
la danza del viento.

Se unen
se esfuman
parece un sueño.

Tu y yo vueltos humo.

*

Mausoleo mental.

Ayer fui al castillo de tus ancestros.

Hoy el alcohol escribe
a las cadenas de pensarte.

Mañana es tu día.

*

Calcificación.

Abismo comunicativo
ha retornado al instante.

El dolor más tenebroso me calcificó.

Lluvias vendrán
arboles crecerán
bosques tendré
amores nacerán.

Seguiré convertido en roca.

*
  
Calma vespertina

Es la tarde
calma vespertina llevo
en un instante, vientos de armonía siento
y todavía no llega la noche.

El viento sopla sobre arenas
es todo recuerdos.

El agua corre por tu pelo como terciopelo
me das esa mirada, el brillo de tus ojos veo
esfumándose entre mis pensamientos.

Es así como llegas
es así como te vas.

Quiero saber, porque no estás
extraño tu piel, brillar al mar.

*

La calle detrás

Nunca imagine la calle detrás
donde los ocasos se escondían
tras los ríos miniaturas de las cunetas.

En una hoja quise navegar hacia ti
y me asombre por la vida.

Descubrí que valía la pena
el dolor de aquel momento
buscando el brillo de tus ojos.

*

Vuelvo a tener fe.

Insignificante pedazo de cartón
que crea maravillas.

Última pieza del rompecabezas
resolviendo pendientes.

Memorias del ayer
cuando se cierra un ciclo.

5 comentarios:

  1. Mi hermano, gracias por compartir estas memorias que nos envuelven en sentimientos de melancolía y nostalgia y a la vez placer de disfrutar estos deliciosos versos.

    ResponderBorrar
  2. Excelente!! Gracias por compartir y así animarnos a los que nos gusta escribir pero lo dejamos ahí guardado.

    ResponderBorrar
  3. me has gustado
    desde la noche te leo
    y te mando un abrazo

    ResponderBorrar
  4. Miguelll donde estas? ya no vienes a mi casa a leermeeee.
    Vaya eh , vuelve y escribe. Un abrazo.

    ResponderBorrar